BAÑOS,  EL AGUA Y  LAS FUENTES.

Cayetana

Baños  en este  año del Señor de 2010 se puede sentir privilegiado. Ha llovido en abundancia. Nunca a gusto de todos, claro, pero los embalses de la provincia estaban a una media del 90 %, y el del Rumblar, rondando el 96 % de su capacidad.

Fugitivos,1955

Desde pequeño, para mí, un pueblo cuyo nombre es baños, era un pueblo sin agua, seco y con unos veranos verdaderamente penosos.

Sansipuedes. Primitiva,1955

Las fuentes de agua potable y muy buena, como Cayetana y el Socavón, quedaban bajo las aguas de las colas del Voldeloshuertos. Y Salsipuedes más alejada.

Se aprecia el deterioro

Estaban los pozos, con agua muy salobre, que no servía ni para lavar la ropa, no hacia espuma, era necesario hacer la “clarilla”, una legía casera con ceniza, que quedaba en el fondo de la tinaja.

Salsipuedes, actual deteriorada

Siempre fue un misterio, el nombre y la falta de agua. Casi todas las casas tenían su pozo en muchos casos compartido con el vecino; conforme se iba pasando el verano, el nivel descendía  y costaba mucho  trabajo subir con la soga, la garrucha, el cubo. A veces se caía la soga y con unos ganchos y manos expertas terminaban por sacar la soga con el cubo.

Mestanza, 1956

Se metían las botellas de vino o de cerveza y se refrescaban. Eran otros tiempos.

Molino de Viento

Cayetana, con el estío solía estar muchos años fuera del agua, siempre fue un agua muy rica para el consumo, el Socavón mas lejos; recuerdo el grifo, en la parte derecha de la cola. Manolito “Feche” era aguador y vendía el agua por las calles

Mestanza

La traída del agua, fue un asunto difícil y lento; el embalse había tapado las fuentes y  no se ponían de acuerdo quien era el responsable si la Confederación u otros organismos.

Jardinillos La Cruz

Al final después de muchas gestiones, se inauguran las fuentes públicas de la calle Fugitivos y de la entrada de Salsipuedes, en un acto muy solemne, con bendición de las aguas y recogida de las primeras para ser bendecidas para la iglesia y que sirvieran para la Santa Misa. Septiembre de 1955. Ahora se cumplirán 55 años.

Don Manuel Álvarez Tendero, vistió de dalmáticas a mis hermanos mayores y a muchos muchachos mas, como Salvador Moreno o los Polos. Fue el principio. Llegaba poco agua, no tenía demasiada fuerza, se formaban grandes colas en las fuentes, con sus peleas por colarse o creer que se habían colado. Se puso un horario y los municipales ponían orden en aquel guirigay, que en algunos casos terminaba con rotura de cantaros, gritos y lloros.

Se fueron ampliando las fuentes en el pueblo, al año siguiente ya arriba de la calle Mestanza y en el Santo Cristo, hasta  ir cubriendo los barrios del pueblo.

He recorrido las actuales y en muchos casos es una pena el deterioro que tienen, con poquito dinero y mantenimiento se pondrían esos ladrillos que les faltan y que les afean, y que dan sensación de cierto abandono. Salsipuedes, Mestanza, Paseo de los bancos, Molino de Viento, Cooperativa, Jardines de La Cruz y Carretera, frente a la casa de Don Paco.

Ahora son de adorno, de recuerdo de aquella época, pero manténgamelas con dignidad, están en sitios muy visibles y la verdad que el deterioro se hace patente.

DMC.

VERANEO EN BAÑOS

Desde chico "veraneaba" en Baños. Volvíamos del colegio, con las ganas de dejar Sevilla, y volver al pueblo, vivir en el pueblo y de pueblo

Al llegar, lo primero, ir a la tienda de Pedro Ortega, a por un sombrero de paja, que ya seria nuestro fiel compañero, y unas sandalias de goma, los pies se ponían sudorosos y muy sucios, pero para las colas eran buenas.

Juan el sastre "Papa Juan", nos hacia unos pantalones muy subidos de cintura, y Aguedica, las pescadoras. Con este atuendo pasábamos, estos meses.

Nuestra vida era las colas de los Turumbetes, algún día a Las Colmenillas y los domingos al Tamujoso, claro andando y en ocasiones cargados con sandias.

Las siestas eran mortales, tumbados en el portal de la casa, en el suelo mas fresco y enredando. Mi padre se asomaba a la escalera para que lo dejáramos dormir.

Poco antes de las 5, a la huerta,  a pasar toda la tarde, para volver ya de noche; mis padres bajaban caída la tarde y allí, nos bañábamos en la alberca, y cenábamos y ya casi dormidos regresábamos.

La vida era sencilla, y nonotona, el  día se hacia largo pero se aprovechaba para leer, era casi una competición entre los hermanos mayores.

A veces habia que repasar alguna asignatura, y en ocasiones di clases particulares de francés, con la alegría de que el muchacho, lo veo a menudo en Baños, aprobó en septiembre. Fue un compromiso con su padre que no encontraba a ningún estudiante que repasase la asignatura con su hijo

Ahorraba para las Fiestas de Los Esclavos, en una hucha que me hacia Lechuga o Miguel Álvarez, de contrachapado.

Ya muchacho hicimos varias "juergas" en Los Escoriales, que otro día contare, así como la historia de la bicicleta que llego de Montoro, y que le hicimos miles y miles de kilómetros.

Pero eso serán ya otras historias, de diario, sin trasendencia.

DMC